Si pensamos en Colombia, y la legalidad de varios temas característicos de ideas progresistas, como el matrimonio igualitario, la adopción por parte de parejas del mismo sexo, o la legalización del aborto en al menos tres casos, se observará que se lograron fue a través de sus cortes y no del Congreso, el ente de mayorías que sería el llamado para actualizar la legislación del país a las nuevas realidades (aunque las mencionadas no tienen nada de nuevo).
En Chile al menos el aborto, fue legalizado en tres supuestos, y aunque lo hicieron después que Colombia, se logró a través del Congreso de ese país, con posterior revisión de la alta corte encargada del mismo.
Este paso demuestra que es posible que un Congreso en un país con legislación tan conservadora como el caso Chileno, logre conquistas progresistas (recordemos que Chile tiene una de las legislaciones más conservadoras, por ejemplo, el divorcio sólo fue permitido hasta el 2004).
Ahora estamos en el ocaso de la presidencia de Michelle Bachelet, quien además ha liderado ONU Mujeres, y ahora intenta una última conquista, que muy seguramente tendrá que terminar por resolver el próximo gobierno: el matrimonio por parte de parejas del mismo sexo.
El proyecto que presentará el 28 de agosto ante el legislativo de ese país, ya comenzó a generar el rechazo de ala derechista en el país, quien la lidera el expresidente Sebastián Piñera, anuncio que se da cuando ya se formalizan las campañas a la presidencia.
Ocho serán los candidatos que buscarán suceder a Bachelet, y el debate ya da con una significativa ventaja a Piñera (liderando a los derechistas de Chile Vamos) como virtual ganador en noviembre.
La coalición de Nueva Mayoría está ahora agrietada, se ha reeditado en la “Fuerza de la Mayoría” movimiento por el cual se inscribió como candidato Alejandro Guillier, una nueva coalición que deja por fuera al Partido Demócrata Cristiano, el cual se fracturó de esta gran alianza debido a las quejas de sus parlamentarios con el resto de la los partidos asociados.
Recordemos que Nueva Mayoría, es lo que se llamó en su momento Concertación, un eje político fundamental para la transición a la democracia en Chile, a finales del Siglo XX, y mientras gracias a ello llegaron al poder en varias oportunidades (incluyendo esta última con Bachelet), ahora para muchos cometen lo que llaman un “Suicidio electoral” buscando reorganizar sus fuerzas.
Ahora el Partido Demócrata Cristiano se irá con la Senadora Carolina Goic como candidata, y a este punto ¿Quién será el candidato oficialista?. Guillier no parece querer mostrarse cercano al Gobierno, mientras Goic ya había tomado distancia de la gobernante, ambos quizás persuadidos por su mala imagen en las encuestas, fenómeno que podría ocurrir en Colombia ante la pésima imagen del mandatario Juan Manuel Santos.
Presentandose divididos ante la derecha y recibiendo ataques de otros candidatos, las probabilidades de ganar disminuyen encuesta tras encuesta, y entre sus rivales estará la coalición de Frente Amplio, liderada por la candidata Beatriz Sánchez (quién podría superar a Guillier en intención de voto), seguidos del Líder del Partido Progresista Marco Enriquez-Ominami, el candidato del Pinochetismo encarnado en José Antonio Kast, además de otro disidente de Nueva Mayoría Alejandro Navarro, y el más izquierdista Eduardo Artés a quien no le auguran mayor éxito.
La baraja de sumamente amplia, y mientras Piñera se afianza a una carrera que parece segura, las banderas progresistas de Michelle Bachelet podrían quedar en discursos ante la llegada de una reorganización política, ¿Termina de forma definitiva la gran coalición democrática que terminó con la era Pinochet en el noventa?