La transparencia en las campañas regionales es un tema crítico, no solo porque muchos de los personajes poderosos condenados han salido victoriosos en cuerpo propio o ajeno, una y otra vez en diversos departamentos, también porque sus campañas parecen llenas de discursos, pero carentes de acciones sobre la corrupción.
La corrupción se enfrenta con hechos, pero esos hechos no se tratan de presentar hojas de vida sin escarnio público alguno, ni dar grandes discursos contra los corruptos, ni decir que una persona representa el cambio, sólo porque su grupo político o esa persona en sí misma, no ha gobernado, y menos aún por publicar videos de sus familiares hablando de lo “honorable” y “transparente” que es.
Todos los ciudadanos deberían al menos pedir tres cosas básicas al candidato que lo intenta convencer para votar:
- Su declaración de renta, una muestra mínima de su patrimonio, su forma de ganarse la vida.
- Subir de forma clara, y oportuna, los ingresos y gastos de su campaña, para eso existe una página web, que adjuntamos a continuación: https://www.cnecuentasclaras.gov.co/
- Hacer compromisos serios de rendición de cuentas, es decir, ¿Cómo informará a los ciudadanos cada movimiento de su administración? Y por supuesto, esto requiere un esfuerzo adicional, el de los ciudadanos vigilando que realmente se rinda cuentas. Para eso existen páginas web, apps, y muchos otros instrumentos (hoy nada novedosos, pero poco usados por nuestra clase política) para decir casi en tiempo real, en qué anda el político elegido.
Los elegidos este 27 de octubre, serán servidores de los ciudadanos, no “padres”, “caciques”, “jefes”, “dioses”, o “reyes”. No son los dueños de las regiones, y reclamar con vehemencia estos mínimos, debería ser una forma de demostrarlo en estos 4 años que se vienen.